Denominación de origen Rueda
Se trata de la Denominación de Origen vitivinícola más antigua de Castilla y León; concretamente
se
creó en el año 1980, e inicialmente circunscribía su producción a vinos blancos. La zona cuenta
con
una tradición antigua, ya que hay noticias de cultivo de la vid desde la Edad Media, sobre todo
elaborando vinos tintos. En el siglo de oro español, los vinos más afamados de esta zona eran
vinos
dorados, criados durante 10 años, y que llegaron a tener un precio controlado.
A principios del siglo XX, la superficie de viñedo era de unas 90.000 ha, pero tras el ataque de
la
filoxera, y el auge de otros cultivos más rentables como el trigo se redujo la superficie de
cultivo.
Desde el año 1994, se permitió la elaboración de vinos rosados y tintos, con la inclusión en la
DO
de productores de vino de la Tierra de Medina, pero tras una sentencia del Tribunal Supremo,
confirmando una anterior del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, en octubre de
2006,
se revocó.
La D.O. Rueda ampara en su Reglamento, desde el 5 de agosto de 2008, la elaboración de
vinos tintos y rosados en sus diferentes categorías de jóvenes, crianza, reserva y gran reserva,
con
gran predominio de la variedad tempranillo, conocida también en la región como tinto del país o
tinto fino. Las variedades autorizadas para la elaboración han demostrado su perfecta adaptación
a
la zona, así como sus cualidades para la elaboración de vinos de calidad.